Casa Abierta surgió de una conversación desenfadada sobre los altibajos de ser freelance. Lo que significa tener que administrar un negocio propio desde una especie de estudio improvisado en algún rincón del hogar o ir a trabajar a un café local tratando de sentirse un poco más profesional y estirar ese cafecito por largas horas, sabiendo que no es muy tolerable ni rentable para los dueños de estos locales.

Aunque amamos la flexibilidad y la libertad de ser freelance, eventualmente te das cuenta de que extrañas la conexión, la energía e inspiración que surge al trabajar con otras personas.

Nunca vamos a renunciar a nuestros solitarios, flexibles, divertidos y satisfactorios negocios, pero en Casa Abierta le agregamos a nuestro día a día un nivel adicional de valor: inspiración, motivación, conexión, creatividad, enfoque y responsabilidad.

La idea era desarrollar una marca que transmitiera el concepto principal de CASA ABIERTA. A partir de una forma geométrica simple hicimos un gesto de apertura en uno de sus lados y creamos este símbolo que representa un espacio abierto a nuevas ideas y nuevas experiencias.

Lo mismo que en otros coworkings, los usuarios se renuevan constantemente. Van y vienen, se quedan un tiempo, desaparecen, vuelven; y es en ese flujo constante donde también pusimos la inspiración. Para esto usamos las flechas que se incluyen en el paquete de símbolos de la fuente seleccionada Work Sans, como representación del movimiento y pensadas para ser aplicadas a las propuestas gráficas que surjan para la comunicación online/offline.

Detalles como los emojis que acompañan dos frases que representan el espíritu “coworker” y la paleta de colores expandible, hacen que la marca sea divertida, memorable y adaptable a las distintas historias que se quieran contar.